El artista a la intemperie

Los artistas de Colombia, entendiendo por esto a la vasta legión de quienes emplean su vida en la producción de belleza y en la siempre necesaria ampliación del horizonte, tejen y destejen un destino que, aunque inflamado por los dones de la imaginación develadora, se encuentran siempre a centímetros de ser absorbidos por la ruina, por el tempestuoso reino de las necesidades, que los contempla solamente cuando asumen el cargo servil de bufones de palacio, poetas oficiales, cantantes complacientes o escribidores inescrupulosos, de esos que consideran sesentero y pasado de moda cualquier reclamo de justicia, pero no encuentran anacrónico ejercer el fascismo.
Ha llegado la hora de que los creadores pidan para sus vidas y sus obras el respeto, la justa compensación de su quehacer y una concreta respuesta de la sociedad, para que no tengan que morir en manos de los caritativos y los paternalistas.
Con-fabulación, continúa desde aquí la campaña a favor de los derechos de todos los artistas, en la búsqueda de que lleguen sus pensiones, aparezca su merecida seguridad social, sus iluminaciones tengan una respuesta también en el mundo de la prosa, y de que los legisladores y los gobiernos se sirvan trabajar también para ellos.
Esperamos que gracias a la cristalización de este proyecto, los artistas puedan llegar a la meta soberana… la misma que nombran sus creaciones y de la que a ellos poco o nada les ha correspondido… ¡Queda abierta la puerta de otra esperanza!