¿Qué palpitaciones secretas, qué innombrada herida, qué coordenadas de asombro, qué porción de muerte y qué mendrugo de amor extiende una ciudad sobre sus hijos? Nuestro deambular por Bogotá –madre omnipresente e incestuosa– se asemeja a una larga inquisición, una demanda sin respuesta, de la que no es tan fácil salir sin el auxilio de la magia poética. Peregrinamos en un cul-de-sac, hondo enigma que oscila entre lo milagroso y lo perverso, somos los hijos ardorosos de la urbe que nos ha inventado y, como lo prefijó Cavafis, aunque emprendamos las más utópicas huidas, ella nos perseguirá mordaz, tatuándonos la piel, asediando la lenta cosecha de los sueños y, finalmente, haciéndonos morir en el más inesperado de sus fatigados suburbios. Conjuro Capital, agrupa por primera vez en un solo volumen a 24 de los más agudos e imprescindibles hacedores de poesía nacidos en la capital de Colombia, y que, compilados, fundan “la gran pupila” de la sensibilidad frente a la dictadura de la roca; ello son: Nicolás Suescún, H. Socarrás, Juan Gustavo Cobo Borda, Santiago Mutis Durán, Amparo Osorio, María Clara González, Eugenia Sánchez Nieto, Nora Ronderos Matiz, Armando Rodríguez Ballesteros, Gonzalo Mallarino Flórez, Mauricio Contreras Hernández, Iván Beltrán Castillo, Gabriel Arturo Castro, Gonzalo Márquez Cristo, Omar Martínez Ortiz, John Fitzgerald Torres, Alejandro Burgos Bernal, Sandra Uribe Pérez, Federico Díaz-Granados, Hellman Pardo, Andrea Juliana Enciso, Felipe Martínez Pinzón, Juan Sebastián Gaviria y Robert Max Steenkist. Selección y prólogo: Enrique Rodríguez Pérez. Carátula de la antología de Jorge Rocha.
