Harold Alvarado, la supervivencia de la inquisición

Siete meses después de que Con-Fabulación denunciara públicamente la sombría personalidad del señor Harold Alvarado Tenorio -por su abyecta fijación contra los intelectuales que obtienen cualquier tipo de reconocimiento y cuyas artimañas con frecuencia ponen en riesgo la vida de sus víctimas-, respirando ahora por la herida ante el hecho de no haber sido reconocido en la Antología de Poesía Colombiana realizada para la Editorial el Perro y la Rana de Venezuela, nos enfrentamos a una nueva de sus grotescas tentativas de difamar las gestiones honestas. En esta reciente salida, producto de su reputada envidia, de manera delirante y en carta muy mal escrita (con numerosos errores ortográficos y cierta mendicidad), cuestiona el exitoso proyecto Conjuro Capital, de cuya claridad son testigos todos los que colaboraron en él. Allí arbitrariamente descalifica 40 autores nacidos en la capital de la república y pone en tela de juicio la ética de una fundación que nació hace 20 años, que sólo se ha sostenido debido a la mística de sus creadores y que desde la creación del semanario Con-Fabulación ha sido víctima de amenazas por su carácter libertario e independiente.

Aunque bufón, el señor Alvarado Tenorio, reviste de una alta peligrosidad y dejarlo avanzar sería comulgar con la ignominia.

(Ver a continuación la referida carta publicada el 17 de julio de 2008 y la nutrida lista de escritores de distintas tendencias que han sido blanco de su perversidad).


“Por un debate ético

Un personaje que para muchos debe ser galardonado con el Premio Nobel de la Envidia y para otros con el Premio Nobel de la Infamia, desde hace dos décadas ha disparado calumnias y difamaciones contra intelectuales de diversas tendencias políticas y orientaciones estéticas, donde jamás deja de mencionar la vida personal de las víctimas con una sordidez lejana a un debate intelectual, pues su escritura esquizoide es la manifestación de una sociedad que abolió el diálogo, para instaurar una cultura sicarial y tendenciosa.

Se trata, como ya lo adivinarán, de Harold Alvarado Tenorio, un lumpen-intelectual, que con fruición se dedica semanas enteras a escribir los extensos y peligrosos memoriales de sus víctimas que luego publica en su gacetilla virtual, y quien ha perseguido con depravada saña a escritores y personalidades de la cultura hispanoamericana como Álvaro Mutis, Jesús García (Director Editorial Visor), William Ospina, Antanas Mockus, Piedad Bonnett, Germán Espinosa, Juan Manuel Roca, Gonzalo Mallarino Flórez, Ramón Cote, Federico Diaz-Granados, Fernando Herrera, María Mercedes Carranza, Mario Rivero, Alberto Rodríguez Tosca, Álvaro Suescún, Andrea Echeverri, Ángela García, Celedonio Orjuela, Fabio Jurado, Fabio Martínez, Nicolás Suescún, Darío Ruiz Gómez, Sonia Truque, Fernando Rendón, Gabriel Jaime Franco, Jotamario Arbeláez, Julián Malatesta, Rafael del Castillo, Luz Mery Giraldo, Andrés Hoyos, Samuel Jaramillo, Santiago Mutis, Luis Fernando Afanador, Víctor López Rache y últimamente a Amparo Osorio, que también ha recibido sus amenazantes llamadas telefónicas. Nada constructivo, edificante o lustral tienen sus libelos, donde los argumentos de la razón crítica brillan por su ausencia, y ha llegado a tal punto de delirio que en su andanada de meses -por todos conocida- contra el Festival Internacional de Poesía de Medellín, apuntó sus baterías contra el gigantesco evento acusándolo en el periódico El Mundo, de apoyar a las FARC y a su director de ser un apátrida, verdadero recuerdo de lo que hacían los generales Goebbels y Goering, lugartenientes de Hitler.

Su interés es pulverizar las escasas opciones culturales que germinan en nuestro medio y desatar persecuciones temibles adelantadas por aquellos que acostumbran recoger las más luctuosas banderas.

No tenemos por qué continuar siendo blanco de estas monstruosidades que, reiteramos, nada tienen que ver con un debate intelectual, sino que aluden al más retardatario macartismo. Es de aclarar, que se trata de un poeta multimillonario, quien decidió emplear su fortuna en estas empresas sombrías.

Alvarado Tenorio, ha cruzado la frontera de lo permisible, la sutil raya que divide lo ideológico de lo perverso. Si bien durante mucho tiempo los poetas, intelectuales y artistas colombianos soportaron con estoicismo su ponzoña, sabedores de que la inclusión y la tolerancia son fundamentales para la buena salud de la cultura, de pronto se encontraron inmersos en las aguas turbias de una pesadilla verbal donde las acusaciones son siempre infundadas, carentes de pruebas y colmadas de un malsano melodramatismo televisivo.

Sin embargo y para acrecentar su envidia el bumerang se ha devuelto y los 6.000 asistentes a la clausura del magno evento poético de Colombia ovacionaron el pasado sábado durante más de cinco minutos y en dos ocasiones sucesivas a su director Fernando Rendón, declarándole su apoyo incondicional para recordarle a toda Colombia que gracias a los esfuerzos de este certamen, han visitado nuestro país figuras capitales de la lírica universal como Hans Magnus Enzensberger, Wole Soyinka, Remco Campert, Juan Gelman, Gonzalo Rojas, Edoardo Sanguineti, Abdellatif Laabi, Saadi Youssef, Breyten Breytenbach, Marcos Ana y Bernard Noël, entre muchas otras. En este acto, Jorge Melguizo, Secretario de Cultura Ciudadana de Medellín efusivamente garantizó el apoyo financiero a este Festival que ha sembrado la paz en una ciudad que tanto la necesitaba y en un país donde las ceremonias de la muerte son profusas.

Con-Fabulación ha recibido durante su año de existencia numerosas cartas contra esta insuperable figura de nuestro bestiario intelectual y omitió su publicación por seguir una conducta ética empeñada en una pacificación de este país construida desde la fe poética e instando a una polémica generosa y a un diálogo fecundo, pero sin embargo por el carácter delincuencial de los últimos hechos hoy ha decidido hacer pública la declaratoria.

Pertenecemos al mismo país, es cierto, ¡pero qué lejanas están nuestras orillas! Mientras él goza con la perversidad y la calumnia, la mayoría de escritores luchamos por sacar adelante proyectos culturales y periodísticos, mientras él se esconde en el seudónimo para denigrar, nosotros abrimos los espacios y páginas a la germinante pluralidad. Es el momento entonces de decirle que seguirá siendo de nosotros la esperanza de un futuro poético. A él le dejamos la vergüenza de sus actos.

Somos como diría Albert Camus: “Descendientes de un tiempo donde los dioses muertos y las ideologías extenuadas se confunden con la inteligencia que se ha hecho esclava del odio y la opresión. Esta generación ha tenido que restaurar en sí misma un poco de lo que constituye la dignidad del vivir y del morir”.

Firman: Mario Rivero (poeta), Nicolás Suescún (poeta), Álvaro Marín (escritor), Henry Posada (periodista), Armando Rodríguez Ballesteros (poeta), Antonio Correa Losada (poeta), María Dolores Jaramillo (Ph.D. profesora de la Universidad Nacional), Jorge Ariel Madrazo (poeta argentino), Cristina Castello (poeta y periodista argentina), Gloria Chavatal (pintora), Gabriel Jaime Franco (poeta), Gustavo Adolfo Garcés (poeta), Federico Diaz-Granados (Poeta), Fabio Martínez (poeta), Luis Eduardo Rendón (poeta), Luz Helena Cordero (poeta), Germán Villamizar (poeta y catedrático), Mario Torres Duarte , Mauricio Contreras Hernández (poeta y ensayista), Fabio Jurado Valencia (profesor y ensayista), Amparo Osorio (poeta), Julio Jaramillo Hoyos (periodista), Revista Fahrenheit 451, Horacio Martínez Guerrero (catedrático), Olga Sanmartín (periodista), José Chalarca (escritor), José Luis Díaz-Granados (escritor), Colombia Truque Vélez (escroitora), Marcos Fabián Herrera (periodista y escritor), Francisco de León (periodista), Jorge Torres Medina (poeta y editor), Gonzalo Márquez Cristo (poeta), Colectivo El Atico, Iván Beltrán Castillo (poeta), Carlos Fajardo (poeta y ensayista), Olga Rojas (profesora), Armando Orozco (poeta), Julio César Arciniegas (poeta), Zabier Hernández (poeta), Isabel García (poeta), Jairo López (poeta), Sergio Trujillo (fotógrafo), Gustavo Ortiz (poeta), Armando Zapata (periodista), José Ordóñez (periodista), Héctor Vera (comunicador), Rafael Ortega Lleras (titiritero y cuentista), Aldemar González (poeta), Enrique Ferrer Corredor (escritor), Hernando Guerra Tovar (poeta), Armando Aristizábal (periodista), Yeiver Rivera Díaz (poeta), Esperanza Martínez González (periodista)… (siguen más firmas)”

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