ORACIÓN DEL NIÑO QUE INTUYE QUE MORIRÁ MAÑANA

Por Luis Alejandro Contreras

A los niños de la franja de Gaza
y a todos los niños que padecen

los rigores de la sinrazón.


Que no llegue el día señor,

que no llegue.

Que perviva la noche.

Quiero la quietud de la noche

y su silencio.

Y que sus estrellas se hagan eternas,

para que en ellas pueda cantar mi corazón,

como lo hace cada vez

que, desde mi cama,

me asomo a la ventana.

Quiero el silencio del sueño,

mi señora.

Yo no te conozco,

pero eternas quiero que sean

tu noche y tu silencio;

porque en tu silencio fui cumplido,

mientras mi alma vadeaba

en el imperecedero ascenso del origen

hacia los primeros destellos de la luz

que me arrulló en tu seno.

Yo no sé quiénes son

ni mi madre, ni mi padre.

Yo no los conozco.

Creo que ellos tampoco saben

quién soy yo.

Los miro en mi silencio,

cuando juguetonamente

conversan

y entre caricias

preparan el pan

de la mañana.

Ellos no parecen percatarse

de que yo les comprendo y les amo

más que a nadie en el mundo.

Ojalá, mi señor,

y ojalá, mi señora,

que la noche

me regale,

por un día más,

esta estampa.


*Poeta venezolano.



ABEL

Por Alfredo Fressia

Juegan los dos niños. Hermano mío

tan exacto será el crimen, a ti

cabrán estas ciudades y los hijos,

y nos reiremos casi mareados

del carrousel. Dimos vuelta a los ríos

del Edén y vimos girar el globo

terrestre en el pupitre, un ecuador

obeso crujía sobre la esfera,

el calambre en la costilla de Adán.

Era como un vértigo, como un viaje

de regreso obediente rumbo al vientre.

Yo rumiaré con gratitud el pasto

de los nacidos para morir. Tú

trazarás con el compás ese círculo

donde otra vez me hundo. Hermano mío,

guardé el borrón de sangre prometida

en los lentos cuadernos de la infancia,

o eran pergaminos, piel mortal, versos.

Sólo quedó la bóveda del cráneo

y una estrella. Los misiles le apuntan.



SANGRE ENEMIGA

Por José Ángel Leyva

El vencedor

después de combatir suspira

encuentra en la carroña

fracciones de segundo

tumultos

tribus

hordas extraviadas

ejércitos en ruinas

En la sangre enemiga hay bosques

de niebla sin arroyos

Un hálito rapaz

asalta al buitre y a la hiena

polvo de muertos con nombre todavía


*Poeta y editor mexicano



GAZA

Por Jorge Mora Forero

Han llegado

las aves de rapiña

con su vuelo

de muerte,

y han batido

sus alas;

en el cielo.

y en el suelo.

Un millón y medio,

los niños,

los viejos:

todos son culpables.

Y han mostrado

sus dientes,

las aves,

porque tienen dientes,

¿verdad?

dientes que crujen,

que rugen, que explotan

con la carne ardiente,

sangrante;

en la tierra

de Dios.

¡Qué curioso!

¿Verdad?

¡En la tierra

de Dios!

Y las aves ríen

con risa nefasta,

y aplastan

con zumbidos de muerte:

ni gritos

ni llantos

se escuchan.

Se ignoran,

¿verdad?

En la tierra

de Dios

todo es posible…


*Poeta colombiano



PALESTINA

Por Jairo Alberto López

Una guillotina sin sombra

te han puesto.

Y ahora te desconocen…

Largo ha sido el tiempo

en el que recuerdas dormitar

con los ojos abiertos;

apretar el miedo

en llantos contenidos.

Tus escasos sueños

son los de un niño

que vuela en su alfombra

de absurdos.

Te han puesto

en el cuarto oscuro del olvido.

Te levantarás,

y no ahogarás más tu ira con una piedra de espanto.

Luchas contra los escombros

que ha dejado la esvástica,

los que por costumbre renuevan

su prisión del holocausto.


*Poeta colombiano